Daniel Ortega, dictador de Nicaragua, ocupó el escenario de la celebración del 44 aniversario de la Fuerza Aérea del Ejército de Nicaragua para cerrar filas con Rusia y justificar la invasión y guerra que mantiene Vladimir Putin en contra de Ucrania y calificó la misma “como una guerra de carácter mundial”.
Aunque el dictador durante su discurso paradójicamente se declaró amante de la paz, “no nos entusiasma ni nos alegra ningún enfrentamiento”, aunque recientemente ha sido acusado de crímenes de lesa humanidad por los ataques que sostiene en contra de su propio pueblo.
Ortega, fiel a sus monólogos en contra del “imperio”, acusó a la OTAN y a Estados Unidos de estar detrás de la promoción del conflicto y exigió retirar el apoyo Volodimir Zelenki, presidente de Ucrania para que ambos países negocien, porque asegura que “no hay más alternativa que la paz”.
El dictador advirtió que la guerra debe de parar, porque sino los resultados podrían ser catastróficos, en relación al armamento nuclear con el que dispone Putin.
“O nos quedamos todos coexistiendo en la Tierra, en este planeta, o no quedará nadie con vida”, amenazó.
“Estamos frente a una guerra de carácter mundial ya, donde la OTAN, encabezada por los Estados Unidos, están empeñados en derrotar a la Federación Rusa”, destacó irónicamente.
Estimó que es una lucha que nadie podría ganarle a Rusia. “Por el momento parecen enloquecidos, creyendo que es posible alcanzar una victoria de la OTAN para enterrar a la Federación Rusa, seguir en ese empeño es el mayor crimen que a lo largo de la historia estarían cometiendo los imperialistas de la tierra porque serían los asesinos de la especie humana”, dijo el dictador.
Advirtió que lo que se ha organizado es un plan para derrotar y adueñarse de Rusia tras asegurar que esa ha sido la aspiración histórica de los imperios europeos.
Según el dictador, las aspiraciones de Rusia no son apoderarse de Ucrania, “no aspira (Rusia) a hacerse dueña de Ucrania (…) no está en los objetivos de la operación especial que había explicado el presidente Putin”, aseguró el dictador.
Aunque luego se contradijo defendiendo a Putin, señalando que Rusia está reivindicando “su territorio”, el cual pertenece a Ucrania, y defiende la vida de los ciudadanos, tras acusar que están siendo “asesinados por los nazis que han estado allí en Ucrania, gobernando con golpes de Estado, prácticas terrorista”.
Según Ortega, esta “ya no es una guerra entre la Federación rusa y Ucrania, es una guerra de los imperialistas de la Tierra encabezada por la OTAN, por los Estados Unidos, intentando destruir a la Federación rusa con el objetivo de instalarse como los amos del planeta”, afirmó.
Analizó que la guerra está debilitando la economía, así como la estabilidad social en el mismo continente europeo, lo cual alcanza a Estados Unidos, cuestionó obviando la crisis social que vive desde el año 2018 en el país centroamericano, y que producto de ello, vive un aislamiento internacional, lo cual en su desespero, ha buscado relaciones diplomáticas con régimenes de su misma índole, como China, Corea del Norte, donde instalará una embajada, o con Bielorrusia, con la que recientemente también firmaron convenios bilaterales.
Las declaraciones de Ortega, son más que entendibles en favor de Rusia, pues en la reciente cumbre de la Unión. Europea y la CELAC, Nicaragua fue el único país que no firmó la declaración que condenó la guerra en contra de Ucrania, lo cual le aísla mucho más de la comunidad internacional, porque las dictaduras de Cuba y Venezuela, se sumaron a la firma de la declaratoria.