Se cumplen 10 años de la renuncia de Otto Pérez Molina a la Presidencia de Guatemala, un hecho sin precedentes en la historia política del país. Su dimisión en 2015 estuvo marcada por el escándalo de corrupción conocido como La Línea, revelado por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y el Ministerio Público.
El origen del caso “La Línea”
En abril de 2015, las investigaciones de la CICIG y fiscales guatemaltecos destaparon una red de defraudación aduanera. Funcionarios y empresarios pactaban sobornos a cambio de reducir impuestos de importación. La investigación vinculó a la entonces vicepresidenta Roxana Baldetti, lo que desató masivas protestas ciudadanas en la Plaza de la Constitución.
La presión social creció con el paso de los meses. El 27 de agosto de 2015, un paro nacional convocado por universidades, movimientos sociales y el sector empresarial agrupado en el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras de Guatemala (CACIF) paralizó la capital. La demanda principal era clara: la renuncia inmediata de Pérez Molina.
Retiro de inmunidad y renuncia presidencial
El 21 de agosto de 2015, la Fiscalía presentó pruebas que implicaban directamente a Pérez Molina en la estructura criminal, incluyendo escuchas telefónicas. Días después, el 1 de septiembre, el Congreso votó de forma unánime (132-0) para retirarle la inmunidad presidencial, un hecho inédito en Guatemala.
#OPMRenunció: El retrato de @ottoperezmolina es retirado de oficinas de gobierno pic.twitter.com/t0beMiggoO
Vía @Venom_lml— Prensa Libre (@prensa_libre) September 3, 2015
Horas más tarde, la fiscal general Thelma Aldana ordenó su captura. La medianoche del 2 de septiembre de 2015, Pérez Molina presentó su renuncia, argumentando que debía enfrentar la justicia y proteger la institucionalidad. El Congreso aceptó la dimisión el 3 de septiembre y el entonces vicepresidente Alejandro Maldonado asumió la presidencia de forma interina.
Arresto y proceso judicial
Tras abandonar el poder, Pérez Molina se presentó ante un juez y fue arrestado el mismo 3 de septiembre de 2015. Durante la audiencia inicial, el Ministerio Público reprodujo grabaciones telefónicas que lo vinculaban al caso La Línea. El exmandatario fue enviado a la prisión de Matamoros y enfrentó cargos de asociación ilícita, fraude y corrupción.
URGENTE: Otto Pérez Molina ha renunciado al cargo de Presidente de la República, confirma el vocero. Ampliaremos. pic.twitter.com/c6VwyfT3WO
— Soy 502 (@soy_502) September 3, 2015
En diciembre de 2022, tras un prolongado proceso, Pérez Molina y Roxana Baldetti fueron condenados a 16 años de prisión por fraude y conspiración. En 2023, sumó una condena adicional de 8 años por lavado de dinero y soborno, aunque esta última fue conmutable mediante pago.
Liberación bajo fianza
El 4 de enero de 2024, el expresidente recuperó su libertad tras pagar más de 10.3 millones de quetzales (aproximadamente 1.3 millones de dólares) como fianza. Aunque la sentencia de 2022 aún no está firme por una apelación pendiente, Pérez Molina debe permanecer en el país y presentarse ante las autoridades cada 30 días.
Un hito en la lucha contra la corrupción
La renuncia de Otto Pérez Molina marcó un antes y un después en la política guatemalteca. Fue la primera vez que un presidente en funciones perdió la inmunidad y enfrentó la justicia por corrupción. La movilización social, sumada al trabajo de la CICIG y el Ministerio Público, consolidó aquel episodio como uno de los momentos más significativos en la lucha contra la impunidad en Guatemala.
Diez años después, el recuerdo de las protestas multitudinarias y la caída del general retirado sigue siendo un referente de presión ciudadana contra la corrupción en el país.