El corazón de Roma latió con fuerza centroamericana este sábado, cuando representantes oficiales y religiosos de varias naciones de la región participaron en las exequias del Papa Francisco, fallecido el lunes anterior. La ceremonia, realizada en la Basílica de San Pedro, reunió a decenas de miles de fieles y líderes mundiales, entre ellos, a delegaciones de Honduras, Panamá, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, quienes rindieron homenaje al pontífice conocido como “el Papa del pueblo”.
Desde Honduras, la presidenta Xiomara Castro encabezó la representación oficial. “Nos despedimos del Papa Francisco en el lugar donde lo conocimos. Era un adiós lleno de oraciones, de besos al cielo, de padres hablando a sus hijos de cómo él nos enseñó a amar a los pobres, a los olvidados, a los que más necesitan”, expresó la mandataria en un mensaje. A su lado estuvieron el canciller Enrique Reina y el secretario privado presidencial, Héctor Zelaya, su hijo.
Reina calificó su participación como “un honor” y destacó que Roma se convirtió, por un día, “en el corazón del mundo”, rindiendo tributo a un líder espiritual que “sembró esperanza en los más necesitados”.
Desde la Basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, participamos de los actos fúnebres de Su Santidad el Papa Francisco. Fuimos recibidos por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Ciudad del Vaticano, a quien agradecemos su cordial acogida. pic.twitter.com/7A6ppdEveZ
— Javier Martínez-Acha Vásquez (@javierachapma) April 26, 2025
Desde Panamá, el canciller Javier Martínez-Acha resaltó el valor simbólico del momento: “Con profundo respeto y recogimiento, rendimos honor ante el cuerpo presente de Su Santidad, agradeciendo su legado de misericordia, justicia y amor por la humanidad”.
Martínez-Acha aprovechó también para reafirmar los históricos lazos diplomáticos entre su país y la Santa Sede, subrayando un “espíritu de cooperación y fe compartida”.
En nombre de El Salvador, el vicepresidente Félix Ulloa y el cardenal Gregorio Rosa Chávez presentaron sus oraciones y respeto ante el cuerpo del pontífice, en un acto íntimo de fe realizado la tarde del viernes 25 de abril, dentro de la Basílica.
Desde Guatemala, el cardenal Álvaro Leonel Ramazzini Imeri también se hizo presente y se confirmó su permanencia en el Vaticano para participar en el próximo cónclave, en representación del país.
Por parte de Nicaragua, la asistencia fue encabezada por una comitiva diplomática vinculada a la dictadura de Daniel Ortega. Medios oficialistas difundieron imágenes del cardenal Leopoldo Brenes junto a Maurizio Gelli, su esposa Sara Gutiérrez y la embajadora Mónica Robelo, en medio de una presencia que ha generado lecturas encontradas debido al tenso historial del régimen con la Iglesia Católica.
El funeral del Papa Francisco no sólo reunió a los líderes del mundo, sino que sirvió como un momento de comunión para Centroamérica, cuyos representantes coincidieron en reconocer la figura del pontífice como un defensor de los pobres, promotor del diálogo y sembrador de esperanza. Su legado, dicen, seguirá iluminando a las generaciones futuras.