Qué pasará con las licencias de conducir de migrantes tras los cambios del Departamento de Transporte en EE UU

El Departamento de Transporte de Estados Unidos implementó nuevas medidas que restringen la emisión y renovación de licencias de conducir comerciales a extranjeros sin estatus migratorio legal. La decisión, que sigue a una auditoría federal, podría afectar a miles de conductores migrantes y tensar aún más la cadena de suministro en todo el país.

Los cambios en la normativa podrían afectar las contrataciones del sector

El gobierno estadounidense anunció la aplicación inmediata de una norma que limita el acceso a licencias comerciales (CDL, por sus siglas en inglés) para conductores extranjeros. Los solicitantes deberán presentar una visa de trabajo válida y pasar una verificación federal de estatus migratorio mediante el sistema SAVE.

El secretario de Transporte, Sean P. Duffy, explicó que la medida se basa en los hallazgos de la Administración Federal de Seguridad de Autotransportes (Fmcsa), que detectó irregularidades en varios estados y un aumento de accidentes fatales vinculados a conductores no domiciliados. “Esto representa una amenaza directa a la seguridad de las familias estadounidenses y no lo toleraremos”, señaló.

Se exigirá una visa de trabajo para solicitar una licencia comercial.

Aunque la nueva regla no revoca las licencias ya emitidas, las renovaciones estarán sujetas a controles más estrictos y verificaciones continuas del estatus migratorio. Entre los nuevos requisitos se incluye presentar pasaporte, registro de entrada y salida (I-94) y una visa laboral vigente como H2-A, H2-B o E-2. Las licencias vencerán junto con el documento migratorio o en un año como máximo.

La disposición busca garantizar que solo los extranjeros con permiso de trabajo accedan a las licencias comerciales, fundamentales para operar camiones pesados. Sin embargo, las asociaciones de transportistas advierten que la medida podría agravar la escasez de choferes y elevar los costos logísticos en Estados Unidos.

El informe federal también reveló que California emitió más del 25% de licencias irregulares a migrantes sin residencia vigente. El gobierno ordenó al estado suspender la entrega de nuevos permisos y revisar los existentes, bajo amenaza de perder hasta 160 millones de dólares en fondos federales para infraestructura.

Las autoridades aclararon que quienes ya tienen licencia podrán continuar con esa, no hay una revocación del documento.

Casos similares fueron detectados en Colorado, Pensilvania, Dakota del Sur, Texas y Washington, donde podrían aplicarse sanciones si no corrigen sus procesos de emisión. El Departamento de Transporte advirtió que la auditoría continuará en los próximos meses, lo que anticipa un endurecimiento progresivo de los controles a nivel nacional.

La medida marca un nuevo es parte de la nueva política migratoria y laboral de Estados Unidos, especialmente bajo la administración de Donald Trump, que ya había firmado una orden ejecutiva en abril para exigir dominio del inglés a quienes soliciten licencias de conducir comerciales.

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