Operativo policial en Río de Janeiro deja 132 muertos en redada contra banda criminal Comando Rojo

La policía de Brasil informó que la operación en las favelas de Penha y Complexo de Alemão es la más letal en la historia reciente de Río de Janeiro.

Varios cadáveres en una favela de Río de Janeiro, Brasil, donde la policía desarrolló una operación que dejó al menos 132 muertos.

Una operación policial en las favelas de Río de Janeiro dejó al menos 132 muertos, según confirmaron las autoridades de Brasil este miércoles. La redada, que se desarrolló en las comunidades de Penha y Complexo de Alemão, tenía como objetivo desmantelar a la banda criminal Comando Rojo (Comando Vermelho), considerada una de las más poderosas del país.

El secretario de la Policía de Río de Janeiro, Felipe Curi, explicó que los agentes localizaron cuerpos adicionales en zonas boscosas donde presuntamente se ocultaban miembros del grupo criminal. Las víctimas, dijo, vestían ropa de camuflaje y portaban armas de guerra.

“Muchos cuerpos aparecieron sin equipo ni uniforme, lo que sugiere manipulación de pruebas”, afirmó Curi.

Cifras de muertos y detenidos aumentan

El balance oficial incluye 128 presuntos delincuentes y 4 policías fallecidos, además de 113 detenidos. Las autoridades también reportaron el decomiso de 93 rifles y más de media tonelada de drogas.

Durante la redada, unos 2,500 policías y soldados participaron en operativos por aire y tierra. Helicópteros, vehículos blindados y patrullas ingresaron a los barrios populares, donde se registraron intensos enfrentamientos armados.

Las escenas de violencia obligaron al cierre de escuelas, universidades y vías principales. Algunos residentes denunciaron que autobuses fueron utilizados como barricadas por los propios pandilleros.

Denuncias por presunto uso excesivo de la fuerza

Organizaciones de derechos humanos calificaron el operativo como una “masacre” y exigieron una investigación independiente. En la mañana del miércoles, vecinos de Penha rodearon los cuerpos recogidos en una plaza y gritaron “justicia” mientras esperaban a los equipos forenses.

El activista Raull Santiago declaró que su grupo halló varios cuerpos con señales de ejecución. “Vimos disparos en la cabeza y personas atadas. No hay otra forma de describirlo que como una masacre”, afirmó.

El gobernador Claudio Castro, del Partido Liberal, defendió la operación al asegurar que Río de Janeiro está “en guerra contra el narcoterrorismo”. Señaló que los delincuentes “resistieron a la acción policial” y culpó al gobierno federal de no brindar suficiente apoyo en la lucha contra el crimen organizado.

Respuesta del gobierno federal y de organismos internacionales

El Ministerio de Justicia de Brasil informó que ha respondido a todas las solicitudes de apoyo del estado de Río, incluso renovando la presencia de fuerzas nacionales en 11 ocasiones. Por su parte, el jefe de gabinete del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Rui Costa, convocó a una reunión de emergencia con las autoridades estatales para analizar la situación.

La ONU y varias organizaciones no gubernamentales manifestaron preocupación por la magnitud de la violencia y el elevado número de muertes. Exigieron que el operativo sea investigado bajo estándares internacionales de derechos humanos.

Antecedentes de violencia en las favelas

Las redadas policiales en Río de Janeiro han dejado decenas de víctimas durante las últimas décadas. En 2005, una operación en Baixada Fluminense provocó 29 muertes, y en 2021, otra intervención en Jacarezinho dejó 28 fallecidos.

Sin embargo, la magnitud del operativo actual no tiene precedentes. Analistas locales advierten que estas acciones no logran reducir el poder de las bandas, que suelen reorganizarse en pocas semanas.

“En 30 días el crimen volverá a operar en las mismas zonas”, señaló Filipe dos Anjos, secretario general de la Federación de Asociaciones de Favelas (FAFERJ). “Estas operaciones no ofrecen resultados duraderos para la población”.

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