Fitch mantiene calificación de El Salvador en ‘B-’ con perspectiva estable

La agencia Fitch Ratings confirmó el miércoles la calificación de riesgo de El Salvador en 'B-', destacando mejoras en el déficit fiscal y el respaldo del programa del FMI, pero advirtiendo sobre altos niveles de deuda y carga de intereses.

Sede de Fitch Ratings.

La firma Fitch Ratings ratificó el miércoles la calificación de riesgo soberano de El Salvador en ‘B-‘ con perspectiva estable, según un comunicado emitido este 30 de abril. La agencia crediticia subrayó una mejora en el panorama fiscal del país y una disminución de las necesidades de financiamiento a corto plazo, impulsadas por un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por $1,400 millones.

El acuerdo con el FMI, de 40 meses bajo un programa de Facilidad Extendida (EFF, por sus siglas en inglés), contempla reformas estructurales en materia fiscal, gobernanza y sostenibilidad del sistema de pensiones. También busca mitigar riesgos relacionados con el uso del bitcoin, permitiendo su aceptación voluntaria en el sector privado, pero restringiendo su uso por parte del gobierno.

Fitch estima que el déficit fiscal del sector público no financiero caerá de 4.4 % del PIB en 2024 a 3.4 % en 2025 y a 2.1 % en 2026. Estos avances estarían respaldados por recortes en el gasto público, incluyendo reducción de la masa salarial, transferencias a municipios y compras de bienes y servicios, así como mejoras en la recaudación y administración tributaria.

Sin embargo, el alto endeudamiento continúa siendo una preocupación. Fitch proyecta que la deuda pública alcanzará el 87.8 % del PIB en 2025, y aunque se espera una leve reducción en los próximos años, seguirá por encima del promedio de países con la misma calificación (‘B’), estimado en 52.1 %. La carga de intereses también representa un obstáculo, al ubicarse en 17.2 % de los ingresos fiscales.

El crecimiento económico se desacelerará a 2.2 % en 2025, debido al ajuste fiscal y una ralentización en la economía de EE. UU. No obstante, Fitch prevé una recuperación moderada hasta 2.5 % en 2026, impulsada por el turismo, el aumento del consumo privado y un repunte en la inversión interna, potenciado por la devolución de pagos del gobierno a bancos locales.

El déficit en cuenta corriente se reduciría a 1.2 % del PIB en 2025, gracias al sólido flujo de remesas y al crecimiento del turismo. Fitch espera que la inversión extranjera directa, enfocada en infraestructura y desarrollo industrial, cubra ese déficit. A pesar de ello, la dependencia de las exportaciones hacia EE. UU. (33 %) y las remesas (24 % del PIB) presenta riesgos ante políticas comerciales o migratorias más restrictivas por parte de Washington.

En términos de reservas internacionales, se prevé un incremento a $4,200 millones en 2025, apoyado por los desembolsos del FMI y otros préstamos multilaterales. No obstante, cerca del 63 % de esas reservas corresponden a encajes bancarios, por lo que no están completamente disponibles para el gobierno.

Finalmente, Fitch resaltó que los avances en gobernabilidad y transparencia institucional siguen siendo claves para futuras mejoras en la calificación. Indicó que la calificación podría subir si hay una reducción sostenida de la deuda pública y un fortalecimiento de las reservas internacionales. Por el contrario, un deterioro de las finanzas públicas o de la liquidez externa podría provocar una rebaja.

 

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