Centroamérica recibirá más de $55,000 millones en remesas en 2025

Las proyecciones del BID indican que las remesas crecerán 20.4 % este año, con Honduras y Guatemala a la cabeza.

Las remesas estimulan la demanda interna y el ahorro en las economías centroamericanas. /Archivo CA360

Centroamérica cerrará 2025 con un flujo sin precedentes de remesas familiares en $55,295 millones, equivalente a un crecimiento regional del 20.4 % respecto a 2024, según las nuevas proyecciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El aumento es explicado por un comportamiento atípico de los migrantes durante los primeros meses del año, marcado por mayor incertidumbre en Estados Unidos—principal país emisor—lo que llevó a muchos a enviar montos más altos y a recurrir a sus propios ahorros para apoyar a sus familias.

Las economías con mayor dependencia de estos flujos serán también las de mayor crecimiento. Honduras liderará la expansión con un 26 %, alcanzando $11,983 millones; seguida de Guatemala, que recibirá $25,857 millones, un 20.2 % más.

El Salvador captará $10,001 millones, un incremento del 17.9 %. Nicaragua sumará $6,199 millones, Costa Rica $705 millones, Panamá $477 millones y Belice $173 millones.

En todos los casos, Estados Unidos mantiene un papel dominante, pues supera el 90 % de participación del producto interno bruto (PIB) de El Salvador, Guatemala y Honduras, y ronda entre el 61 % y 84 % en el resto de países.

El BID subraya que Centroamérica es la región de mayor crecimiento de remesas en América Latina y el Caribe por segundo año consecutivo, superando ampliamente el ritmo del año pasado. Solo en el primer trimestre, el repunte fue de 21.2 %, impulsado por envíos más frecuentes y de mayor monto, como respuesta de los migrantes al endurecimiento de políticas migratorias en Estados Unidos.

Mercado laboral impulsa repunte 

Aunque el segundo trimestre mostró una moderación relativa con un crecimiento del 17.4 %, el tercer trimestre volvió a acelerar, registrando la tasa más alta del año en 22.4 %. Según el BID, este repunte está directamente relacionado con una mayor inserción laboral de la población migrante centroamericana en EE. UU., especialmente en trabajos de medio tiempo.

Entre abril y julio, las mujeres centroamericanas aumentaron su participación laboral en 11.8 % en empleos de medio tiempo y en 2.3 % en jornada completa.

En los hombres, el aumento del trabajo de medio tiempo fue aún más intenso, con un 36.7 %, aunque se reportó una reducción del 12 % en trabajos de tiempo completo. El BID señala que esta recomposición del empleo permitió aumentar las horas trabajadas y, con ello, los envíos a la región.

El organismo considera probable que en el cuarto trimestre se mantenga esta dinámica, pese a que los ahorros principales de los migrantes ya muestran señales de agotamiento. Sin embargo, muchos estarían reduciendo su consumo para mantener el apoyo financiero a sus familias en Centroamérica.

El informe advierte que factores como la incertidumbre económica global, las decisiones de política migratoria en Estados Unidos y la evolución del mercado laboral serán determinantes para el comportamiento de los flujos en 2026. Pero, por ahora, las remesas siguen siendo el sostén económico más dinámico de la región, con un impacto decisivo en el consumo de los hogares y la estabilidad macroeconómica.

Exit mobile version