Ante la falta de agua que hundió en una crisis al Canal de Panamá, las autoridades panameñas presentaron este el proyecto del Canal Seco Multimodal de Trasbordo de Mercancías “Omar Torrijos Herrera” entre los océanos Pacífico y Atlántico.
La Presidencia de la República presentó el proyecto al cuerpo diplomático y representantes de la comunidad internacional acreditados en Panamá. José Simpson, ministro de la Presidencia, aseguró que la iniciativa es el resultado de “múltiples consultas” con los sectores productivos de la economía local y servirá como un complemento a la operación del Canal de Panamá.
Según el gobierno, de momento, no se requieren inversiones adicionales pues la terminal funcionará a través de una red existente de carreteras, ferrocarriles, terminales portuarias y aéreas, y zonas francas ubicadas en las provincias de Colón, Panamá y Panamá Oeste, cuya operación quedará bajo una “jurisdicción especial aduanera”.
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Tayra Barsallo, directora de la Autoridad Nacional de Aduanas (ANA), aseguró que el canal seco reducirá los tiempos de transbordo y despacho, así como habrá mayor trazabilidad de la carga y la digitalización de los procesos aduaneros. Barsallo aseguró que, de esta manera, se evita la corrupción y la participación del crimen organizado.
Rodolfo Samuda, director de Asuntos Logísticos del Ministerio de la Presidencia, detalló que un 85 % de los 8.6 millones de TEUS (contenedores de 20 pies) que se movilizan a través del Canal de Panamá corresponde a operaciones de transbordo y tránsito, mientras que un 15 % es carga de importaciones.
Samuda insistió en que la nueva terminal no es una competencia con el Canal de Panamá, sino “todo lo contrario, es el complemento con la vía acuática, porque lo estamos coordinando y planificando con todas las instituciones para que sea un éxito comercial para la región”.
La operación del canal seco, aprobada mediante un decreto ejecutivo, pretende ser el salvavidas para el Canal de Panamá que desde 2023 se enfrenta a una severa crisis, que obligó al regulador a reducir el tránsito de buques.
Considerado el motor de la economía panameña, por la vía interoceánica transitan 27 barcos diarios, lejos de los 39 que cruzaban antes de la crisis. Como consecuencia, el canal perdió credibilidad por la demora en presentar una solución y las navieras cambiaron de rutas para evitar la congestión en Panamá.