El FC Barcelona vuelve a rugir. Con una zurda mágica de Lamine Yamal y un golpe de gracia en el descuento de Fermín, los azulgranas conquistaron LaLiga y sellaron un doblete nacional que parecía impensable hace apenas unos meses.
La victoria no solo devuelve el brillo a la camiseta blaugrana: también apaga, aunque sea momentáneamente, los incendios económicos e institucionales que amenazaban con tragarse al club.
En un Estadio Olímpico que volvió a vibrar como en las mejores noches, el Barça de Hansi Flick remató la faena ante un Espanyol combativo, pero sin pólvora. El 2-0 final dejó claras dos cosas: este equipo tiene alma, y tiene futuro.
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El zurdazo que encendió Montjuïc
Minuto 53. Lamine Yamal recibe en el balcón del área, recorta con sutileza y saca un zurdazo que vuela hasta incrustarse en la escuadra de Joan García. Gol de bandera. Gol de campeón. El canterano, llamado a liderar la nueva era culé, abrió el camino en una noche de consagración.
Ya en el tiempo de descuento, Fermín selló el destino del encuentro con un disparo cruzado que sirvió como rúbrica perfecta a una temporada que empezó con dudas… pero terminó con títulos.
Un Flick de cambio
Pocos apostaban por el Barça tras la tormenta de otoño. Noviembre fue un infierno —palabra del propio Flick— y diciembre no trajo alivio. Lesiones, polémicas con LaLiga, y el golpe del Atlético de Madrid antes del parón navideño parecían hundir al equipo. Pero no. Fue el punto de quiebre.
El 2025 arrancó con una versión desatada del Barça. Superaron al Real Madrid en una Supercopa para el recuerdo (5-2) y luego, en abril, firmaron un 4-3 de infarto en el Clásico liguero que les devolvió la cima del campeonato.
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Hoy, con siete puntos de ventaja sobre los merengues y solo seis por disputarse, la Liga es azulgrana. Y la Copa también. El doblete está en casa.
Del drama al delirio
Este Barça no ha tenido camino fácil. Tras la marcha de Lionel Messi, el club entró en un túnel de juego gris, limitaciones financieras y ruido de fondo constante. Pero esta temporada ha sido distinta. Lamine Yamal brilló. Dani Olmo luchó hasta ser inscrito. Pau Víctor encontró su lugar. Y Hansi Flick supo armar un equipo competitivo con piezas limitadas y presión infinita.
Aún con la soga del ‘fair play’ al cuello, el equipo no solo resistió: respondió con fútbol. Con carácter. Y con goles.
QUE GOL DE LAMINE YAMAL, EL MEJOR DEL PLANETA pic.twitter.com/ncsmwviprA
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Un doblete con sabor a redención
Con la Copa del Rey en las vitrinas y la Liga sellada, el Barça 2025 deja un mensaje claro: están de vuelta. No con grandes fichajes ni chequeras sin fondo. Con cantera, convicción y una idea de juego que vuelve a encajar.
Y quizás, lo más importante: vuelven a ilusionar.